Home Perfiles INAH rinde homenaje a Beatriz Barba

INAH rinde homenaje a Beatriz Barba

por Carla Torres

BEATRIZ BARBA, ES UNA DE LAS FIGURAS MÁS IMPORTANTES DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO. FOTO DMC INAH. M. TAPIA_650x432Es una de las figuras más importantes de la antropología en el país, quien en los años 50 se convirtió en la primera arqueóloga mexicana en titularse.  La vida y la trayectoria de la antropóloga Beatriz Barba están marcadas por el destino, de niña jugaba a la maestra influida por la profesión de sus padres y hasta el día de hoy, a los 84 años, continúa recibiendo a los estudiantes en su propia casa de Chimalistac, no obstante su condición de investigadora emérita del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Previo a dicho reconocimiento que se le otorgó a Beatriz Barba conversa sobre su paso en la disciplina antropológica, mientras hace una pausa en la organización de la biblioteca de quien fuera su esposo, el destacado arqueólogo mexicano Román Piña Chan, para su traslado a la Universidad Autónoma de Campeche.

 

Al igual que el destino, en los recuerdos de Beatriz Barba el “deber ser” es una constante. Mientras comenta que tomaba los papeles de su mamá, Beatriz Ahuactzin, para “tomar lista”, ella misma considera que “no me quedaba más que ser maestra, no me quedaba otro remedio. Tenía yo que serlo. Afortunadamente pude cambiar y ser antropóloga, pero primero tenía que ser maestra.

 

“Mis padres eran maestros y los maestros siempre llevan a sus hijos a los museos, es una maldición gitana. Mi papá, Santiago Barba, que era geógrafo, nos llevaba a mi hermano y a mí, a ‘El Chopo’, que era el Museo de Historia Natural, y me fascinaba ver las mariposas disecadas, las “pulgas vestidas” y el esqueleto de una ballena que parecía una macetota porque en su espalda habían crecido hongos y enredaderas. Era maravilloso”.

 

EN 1956, BEATRIZ BARBA SE CONVIRTIÓ EN LA PRIMERA MUJER EN  OBTENER EL TÍTULO DE ARQUEÓLOGA, POR LA ENAH. FOTO ARCHIVO PERSONAL BEATRIZ BARBA.._650x394Con su modo afable, Beatriz Barba señala que a los 21 años y tras cursar en la Escuela Nacional de Maestros, comenzó a trabajar con niños de primaria y, tal vez, un primer acercamiento con lo que serían sus estudios antropológicos, fue una tesis que elaboró sobre los daños en la columna vertebral producidos por el mobiliario inadecuado, circunstancia que observó en sus alumnos.

 

Este interés por el comportamiento humano la llevó a entusiasmarse por los carteles que anunciaban de forma sensacional las carreras que ofrecía la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH): “¡Tome antropología! ¡Aprenda lo que es el hombre!, además tenían fotografías de los indígenas de Norteamérica y de México”, parodia Beatriz Barba.

También en su peregrinaje por la antropología, Beatriz Barba se encontró con curanderos y brujos, siendo pionera en una línea de investigación que no era considerada “seria”: la historia de las religiones, el estudio de la magia y la brujería, y el esoterismo de las religiones prehispánicas, áreas en la cuales ha brindado valiosos aportes.

 

A sus 84 años, Beatriz Barba continúa por este sendero que todavía le ofrece —como ella dice— incógnitas y lagunas de información: “no he encontrado los datos suficientes para decir cómo se comportaba la ley frente al pensamiento de la brujería en el siglo XIX, ya hecha la Independencia, si es que le importaba o no le importaba”.

 

Como antropóloga, se reconoce a sí misma como “un ser humano con sistema nervioso, que se emociona con los reconocimientos, como a cualquiera le gusta que le reconozcan su labor”. Trabajadora incansable, Beatriz Barba ha forjado su propio destino y ha ayudado a muchos más a definir el suyo, por eso el homenaje que recibirá de una institución con la que está comprometida desde hace más de 60 años.

Publicado el

Relacionados